Ya en el aeropuerto nos presentaron a Lucía, de Massamagrell, quien era la única que iba al viaje de todo su instituto, y con quien iríamos durante todo el recorrido.
Al llegar a Roma fuimos al hotel, nos repartimos las habitaciones y nos fuimos a dormir enseguida.

Al día siguiente recorrimos la Roma más clásica.
Por la mañana visitamos el Coliseo (Foto 1) y el Foro Romano (Foto 2) y por la tarde vimos el circo romano, el hospital más antiguo del mundo (funciona desde el S. XVIII), el lugar donde mataron a Julio César y la columna y el Mercado de Trajano. Por la noche cenamos en Roma y pudimos ver el Coliseo de noche.
El Miércoles fue uno de los días más agotadores debido a las altas temperaturas. Por la mañana observamos uno de los museos más ricos del mundo, los museos del Vaticano y, acabada la visita, entramos en el Vaticano y nos quedamos un rato en la Piazza di San Pietro. Después de estar una hora en el Vaticano fui
El Sábado fue uno de los días más tranquilos, pues bajaron un poco las temperaturas. Por la mañana fuimos a ver Campi Flegrei y el lago Averno, lugar por donde Eneas descendió a los infiernos. Luego visitamos una mina de azufre. Por la tarde vimos el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles. Entre muchas de sus obras se encuentran el mosaico mejor conservado de Alejandro Magno, el Cave Canem y el fresco de Safo, la primera poetisa de la historia. Después nos dejaron comprar por Nápoles y por la noche paseamos y pudimos ver los mejores lugares de Nápoles, como la Piazza Plebiscito (Foto 7) y el Paseo Marítimo, donde nos tomamos algo.
El Domingo y último día madrugamos otra vez para regresar a Roma y coger el avión en Roma para volver a casa. De camino, vimos Ostia Antica, otra ciudad sepultada por el Vesubio. Visitamos el teatro, vimos unas letrinas muy bien conservadas y una fullonica. Llegamos al aeropuerto por la tarde y regresamos a Manises. Allí llegó el momento más triste del viaje, la despedida. Nos dimos los correos y móviles y dijimos hasta luego a todos los amigos que conocimos durante el viaje, con la esperanza de volvernos a ver.
Ante todo, quiero dar las gracias a todos los profes: Xurxo, Concha, Charo y Juanvi, por organizar el viaje y atender a todas nuestras dudas.
También a Ana Ovando por informarnos del viaje y hacer posible que el grupo de Benicàssim fuese a Italia.