Poema inédito que leyó el martes, 8 de abril de 2008 en nuestro Instituto, y que nos emocionó de forma absoluta:
Ha de llover
Hay sequía en la luz y la ceniza llora,
como mi madre, sin lágrimas.
Ha de llover.
Ha de llover hasta que se levanten los maíces sagrados y sea posible la
/celebración de la muerte.
Ha de llover.
¿Por qué no? ¿ Por qué no ha de llover
en la tiniebla intestinal y en las hirvientes médulas?
Ha de llover
en los niños frenéticos y en los adoradores nocturnos
y en los ancianos extraviados en la música.
Ha de llover
en el aire poblado de ausentes y en la felicidad ensangrentada.
Ha de llover sobre esta piedra enferma
donde, en la noche, cunde un resplandor
procedente de astros inservibles.
Ha de llover. Tiene que llover con dulzura
sobre los suicidas del amanecer.
Ha de llover
en la superficie cristianizada por la industria. Ha de llover
hasta que aúllen las alondras y,
bajo las catenarias, en Vega Magaz,
los ferroviarios se desnuden
y detengan la máquina que llora.
Ha de llover en la extremaunción
sacramentalmente perversa. Ha de llover
en el interior del hierro y en el pensamiento
de los cianóticos y
de los niños prematuros.
Ha de llover
sobre las secretarias parturientas,
sobre los tísicos y los asesinos,
sobre los comandantes y las monjas.
Ha de llover en los prostíbulos
y en los ministerios incomprensibles
y en las fístulas eternas. Sí,
ha de llover. Y las serpientes
aprenderán a silbar con dulzura
unas seiscientas melodías olvidadas. Son
reconocibles por su olor a sombra
y a sustancia inguinal. Dichas serpientes
han de silbar en las cajas de ahorro
y en los urinarios y en las tumbas.
Ha de llover. Hoy es martes
de salvación. Hoy resucitan
los fusilados de Villamañán.
Ha de llover en las grandes letrinas
notariales hasta que aparezcan los títulos
de propiedad de la luz y de la tristeza hipotecaria
y las cartas de amor de Francisco Franco
Ha de llover, ha de llover dulcemente, sobre las niñas que abortan
/en octubre y
sobre los padres invisibles.
Ha de llover en la agonía de Jorge Pedrero
y sobre los visitantes clandestinos.
Ha de llover. Causa analógica:
se sabe que los agonizantes son felices
rodeados de llanto.
Ha de llover,
ha de llover sobre los huesos de Felipe Segundo
y de los Caídos por Dios y por España.
Agua para los prostáticos
y su dolor universal, agua también
para los sifilíticos y los curas.
Agua para los Borbones,
y para los mendigos y las mujeres desnudas
que gritaron los gritos amarillos
de mil novecientos treinta y seis.
Ha de llover.
Ha de llover en los pantanos
rebosantes (se dice) de fascismo y de
melancolía azul. Han de existir
poderosas razones ecuménicas
para que llueva en los pantanos. Ha
de ser físicamente necesario a causa
de la prosperidad del incesto y de los cuchillos
olvidados en las iglesias. Ha
de llover.
Ha de llover, sí, pero no han de olvidarse
los manantiales del odio ni las acequias
secretas de los monasterios ni
la humedad de las sociedades anónimas.
Ha de llover jamás y siempre. Con
desesperación agraria. Ha de llover
hasta que enloquezcan los metales
y el sílice y las inmensas madres
del Barrio de la Sal.
Ha de llover.
Ha de llover ya.
¿Está lloviendo?
Sí, está lloviendo. Las madres,
bajo la lluvia, van
al penal incesante. Son blancas y locas,
llevan fuego y amor.
Ah de la lluvia,
ah del amor, ah del fuego.
Llueve
en mi pasado y en mis venas. Va a llover
también en mi desaparición.
Ah de la lluvia
sobre las madres locas. Ya arde, bajo el agua,
San Marcos con amor, ya están ardiendo
dulcemente los juicios sumarísimos.
Ah de la lluvia.
(Tuxtla Gutiérrez, Madrid, León. Noviembre-diciembre de 2007)
Fuente: Revista Fórnix
El poema “ha de llover” muestra la situación que se está viviendo en aquella época. Antonio se trasladó a León con su madre después de la muerte de su padre, a una casa que queda muy cerca de la estación del norte. Allí contemplará los trenes y su carga humana que dejarán una gran huella en la psicología y en la memoria infantil, y que traspasará a alguno de sus poemas como es este caso.
El poema me gusta mucho porque muestra los tiempos de gran convulsión social y revoluciones, tal y como los vive un niño que apenas tiene 5 años.
Cuando se produce la insurrección militar de 1936, León, que desde el primer momento quedó en el bando franquista, se convirtió en campo de concentración y de exterminio. Él aprende a leer de un libro de poesía cuyo autor es su padre.
En la memoria de Gamoneda quedan fijadas las imágenes de los prisioneros, los gritos de las mujeres ante la sangre de los fusilados…
Antonio Gamoneda vive su infancia entre la pobreza y la ausencia de su padre, por eso el tema principal de muchos de sus poemas es la muerte.
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9 comentarios:
Ya me extrañaba a mi que Maria no publicara con este poema...¡fue el que más comentarion!Jaja.
Aparte del poema Caigo sobre unas manos, éste es de los poemas que más me gustan de Gamoneda.
Muy buen post María, felicidades.
Enohorabuena Maria por el post! :D!
Este poema nos llegó a todos de una forma muy especial.
Besos,Cristina.
Hola. He llegado por casualidad a vuestro blog y, la verdad sea dicha, me encanta. Me ha sorprendido la extensión con la que tratáis al autor leonés Antonio Gamoneda. Hace una semana, en el salón de actos del Ayto. de León recitó el poema "Ha de llover", precediendo en la palabra al nuevo Cervantes, Juan Gelmán. Saludos.
No te sorprenda, es uno de los grandes poetas de nuestro tiempo. Nuestros alumnos disfrutaron, y él también. Gracias por tus palabras, tan generosas.
Buenas chicos y chicas, os quería avisar de que en mi blog me han encargado plantar un "árbol de la felicidad", y como tenía que elegir a seis blogs para que lo plantaran también, os quería avisar de que os he elegido a vosotros. Toda la información está en mi blog www.mysantuario.blogspot.com
Besos^^
Noemí.
MARAVILLOSOS poemas de Antonio Gamoneda, me ha gustado mucho tu blog, lo tendré en cuenta y te meteré en mis enlaces.
Un beso y a ver que te parece el mio
Luis, nos ha gustado mucho y te hemos enlazado a Escribiendo que es gerundio y a Litterae. Gracias por tu visita.
Insistiendo se pueden llegar a esclarecer los significados de los poemas de este "enigmático poeta", al margen, casi, de cualquier regla o doctrina.
Yo me interesé en él cuando le concedieron el premio Cervantes; y poco a poco (por no decir mucho a mucho) se está convirtiendo para mí en uno de los poetas más puros de todos cuantos conozco.
PD.- Este poema suyo "Ha de llover", me recuerda un viejo tema del cantautor extremeño Pablo Guerrero. Supongo yo que será pura casualidad.
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